De esos libros que te dejan algo en el alma, gracias Hermann Hesse:
"Pronto no pudo distinguir ya más aquellas voces, las alegres de las llorosas, las infantiles de las varoniles: todas se le confundían y entremezclaban, los lamentos del deseo y la risa del sabio, los gritos de cólera y los estertores de los moribundos, todo se hacía uno, se entretejía y anulaba en mil diversos modos. Y todo ese conjunto, todas las voces, todas las metas, todos los deseos, todos los sufrimientos, todos los placeres, todo el bien y todo el mal, todo eso junto era el mundo."
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