viernes, 31 de enero de 2014

RESPETARÁS AL PRÓJIMO

Me enseñaron.. o quizá yo aprendí mal... a ser respetuosa con la gente, con el ser humano en general. 
Pero a veces me siento un bicho raro.. cuando voy al volante de mi automóvil raramente insulto a alguien (no solucionaría su destreza al volante), cuando escribo en mi perfil de Facebook no llamo gordo a nadie (ya debe ser consciente de su problema), cuando tengo delante de mis narices a alguien que creo poco capacitado, no le digo que hace mal su trabajo (eso le corresponde a su jefe, en todo caso)...
Enarbolando la bandera de la sinceridad y llamando al resto de la humanidad hipócritas, unos cuantos, cada vez más, se creen con derecho a infravalorar todo lo ajeno, incluso, a veces, a despreciar a los demás.
No confundamos el derecho al pataleo y a la reclamación en instancias superiores, con el insulto gratuito a nuestros iguales.