Un absurdo. De esas cosas que a veces pasan por mi cabeza.
Siempre me he preguntado porqué debajo del aceitoso bocadillo del bar te ponen una servilleta. Esa servilleta no sirve para limpiarte, porque está pringosa, acabas utilizando las ásperas servilletitas pequeñas que hay en el dispensador de sobremesa.
Si pediste bollería puede ser que comas, sin pretenderlo, un trozo de celulosa que se pegó a tu "donut".
Es poco práctico y antiecológico, además de caro.
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